Galletas de mantequilla

INGREDIENTES – para 24 galletas medianas / 36 pequeñas

  • 250 gr. de mantequilla (sin sal, a temperatura ambiente)
  • 125 gr. de azúcar glass (o incluso mejor, si tienes, 150 gr. de icing sugar)
  • 1 huevo grande (tamaño L, a temperatura ambiente)
  • 1 cucharadita de vainilla en pasta (o de otro sabor a tu elección)
  • 500 gr. de harina de trigo normal (tamizada, sin levadura)
  • Una pizca de sal

ELABORACIÓN:

1. Trabajaremos con una batidora eléctrica y el accesorio de pala (no uses las varillas, para no introducir aire en la masa). La primera precaución que debemos tener es no batir la masa más de lo necesario, o le añadiremos aire que después se transformará en burbujas y bultos sobre la superficie de la galleta horneada. En el bol de la batidora ponemos la mantequilla y el azúcar, y batimos a velocidad mínima para que se integren. Nada de batir hasta blanquear como nos suelen decir, en cuanto los ingredientes estén mezclados, paramos. Un minuto suele ser bastante.
2. Añadimos al bol el huevo (lo cascamos en un bol aparte y lo batimos un poquito con un tenedor) y la vainilla. De nuevo batimos a velocidad mínima hasta que se integren, nos costará más o menos otro minuto. Si es necesario, paramos la batidora y con una espátula bajamos los ingredientes que se queden pegados en las paredes del bol, queremos una mezcla bien homogénea. No te olvides también de revisar el fondo del bol, suele quedarse un poco de mantequilla pegada en él, también debes levantarla para que se mezcle.
3. Ahora añadimos la harina y la sal, y batimos a velocidad baja justo hasta que la masa se despegue de las paredes del bol y se haga una bola alrededor de la pala. Ni más ni menos, esto tardará unos 30 segundos como máximo.

4. Paramos la batidora y espolvoreamos un poco de harina sobre nuestra superficie de trabajo. Ponemos la masa en ella, y terminamos de amasarla a mano poco a poco. Si ves que se te pega mucho, añade un poquito más de harina hasta que se no se pegue y tengas una masa lisa y uniforme. Y en cuanto esté lista, hacemos una bola con la masa y la dejamos así mismo, destapada y reposando sobre la encimera, durante 15 minutos para que se asiente y pierda el exceso de humedad.
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5. Cuando la masa haya reposado, la cortamos en dos partes y ponemos cada una de estas partes entre dos hojas de papel de horno. La aplanamos un poco con la mano para que nos sea más fácil estirarla y después, con la ayuda de un rodillo, vamos extendiéndola hasta tener una capa de un grosor de 6 mm. aproximadamente (puedes utilizar un rodillo con anillas para que queden uniformes, o unas tablillas). Lo mejor es estirarla desde el centro hacia los bordes, para que no se nos hagan arrugas, y con cuidado que no se nos salga por los extremos.
6. Una vez tenemos la masa bien estirada, deslizamos una bandeja de horno por debajo, intentando no levantar mucho la masa y no deformarla, y llevamos la bandeja a la nevera un mínimo de 2 horas (o media hora en el congelador). Si las pones en la nevera, cuanto más tiempo esté la masa dentro y más fría quede, ¡mejor! El frío es una de las claves para conseguir una superficie lisa y que las galletas no se expandan.
7. Una vez tengamos la masa bien fría, vamos a cortar la forma de las galletas. Sacamos la bandeja del horno y le quitamos el papel de horno de la parte superior. Cortamos las formas con un cortador, y con mucho cuidado de no manosear mucho la masa, pasamos las galletas a la bandeja donde las vayamos a hornear. Para que recuperen de nuevo la temperatura, las llevamos a la nevera otra media hora más, mientras terminamos de cortar el resto de las galletas y mientras se calienta el horno: lo vamos encendiendo a 180ºC con calor arriba y abajo, sin ventilador.
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8. Cuando tengamos todas las galletas cortadas, frías, y el horno listo, vamos a hornear nuestras galletas. El tiempo dependerá del tamaño, pero para que te hagas una idea:
  • Galletas pequeñas: entre 8 y 10 minutos
  • Galletas medianas: entre 10 y 12 minutos
  • Galletas grandes: entre 12 y 13 minutos
  • Galletas extra-grandes: haremos doble horneado, 12 minutos + segundo horneado con calor residual (¡más abajo te lo explicamos!)
La idea es hornear las galletas hasta que los bordes empiecen a dorarse, pero ten cuidado y no las pierdas de vista, o no te quedarán de un color uniforme.
9. Cuando las galletas estén horneadas, las sacamos del horno y las dejamos en la misma bandeja durante 2 – 3 minutos más, después las pasaremos a una rejilla con ayuda de una espátula y las dejaremos en ésta hasta que se enfríen por completo. La rejilla la utilizamos para que las galletas se enfríen uniformemente, por encima y por debajo, y no se condensen el calor y la humedad por debajo (o quedarían blandas por dentro)
10. Una vez se hayan enfriado por completo, nuestras galletas estarán listas para decorar.

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